domingo, 19 de julio de 2015

Examen del abdomen



La técnica del examen abdominal varía según las molestias que sufre el paciente y el proceso patológico que se investiga.

Examen de elección:

El objetivo principal de este examen es comprobar que no hay tumor abdominal y que las vísceras no están aumentadas de volumen o en posición anormal.

Lo fundamental para el examen es lograr que el paciente este relajado y sin molestias. Cabeza y rodilla deben estar apoyadas en ligera flexión; las manos deben hallarse a los lados. Para lograr una perfecta relajación tiene importancia proteger adecuadamente las partes desnudas, especialmente en la mujer.



Inspección:

Obsérvese el contorno general del abdomen, la presencia o ausencia de venas distendidas y los movimientos respiratorios. El ombligo normal esta ligeramente retraído he invertido. La eversión umbilical puede ser signo de distensión o liquido intraabdominal. Tienen importancia la presencia, el carácter y la posición de cicatrices abdominales. Las hernias ventrales o la diastasis de los músculos rectos pueden manifestarse indicado al paciente que levante la cabeza o haga esfuerzo en forma que aumente la tensión intraabdominal.

Después de inspeccionar cuidadosamente el abdomen, hay que examinar los conductos inguinal y crural y los genitales externos masculinos. El examinador evitara pasar inadvertido un testículo no descendido o un pequeño nódulo testidular, punto de partida para comprender un tumor abdominal que de otro modo resultaría desconcertante; tampoco puede pasarle inadvertida una herida crural o inguinal estrangulada ante un cuadro que podría creerse de obstrucción pilórica.      

Auscultación

La auscultación sistemática del abdomen es buena costumbre que adquirir, ya que familiariza al examinador con los ruidos peristalticos normales.  


Con el paciente en decúbito supino se procede a realizar la auscultación del abdomen para identificar los ruidos hidroaéreos normales y patológicos de las asas intestinales: utilizando el estetoscopio biauricular común se pueden obtener las características estetoacústicas de estos ruidos, que son: su frecuencia, intensidad, tono y timbre.


      

Palpación

Es lo fundamental del examen abdominal. Son necesarios una buena relajación y la cooperación del interesado. En primer lugar, se percibirá el tono del musculo recto mediante ligera presión de la mano apoyada de plano contra el abdomen. Luego se procederá a palpar cuidadosamente, los cuatro cuadrantes del abdomen, con la superficie flexora de la palma y de los dedos en contacto con el abdomen, y el  antebrazo y la mano paralelos al mismo. Si los músculos abdominales presentan resistencia y se sospecha espasmo involuntario, hay que  comprimir con cuidado la palma de la mano contra el musculo recto mientras se indica al paciente que respire profundamente con la boca abierta.

Características del examen físico de las viseras abdominales mas importantes:



Hígado

El higado no puede palparse, pero en personas delgadas puede percibirse a nivel del borde costal. Un hígado palpable no es necesariamente patológico. La palpación se efectúa como sigue: los dedos del examinador se colocan planos sobre la pared abdominal inmediatamente por debajo del borde costal y se deprimen en los dedos de la otra mano. Se indica al paciente que respire profundo y los dedos que palpan se comprimen con cuidado hacia adentro y arriba para que palpen el hígado cuando desciende con la respiración. La palpación por fuera del musculo recto permitirá identificar un borde de  hígado.  



Vesícula biliar

La vesícula biliar normal no puede palparse. Una vesícula biliar distendida puede percibirse inmediatamente por debajo del borde inferior del hígado, aproximadamente a nivel del borde externo del musculo recto del abdomen.  


                 

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