domingo, 19 de julio de 2015

Examen de los genitales masculinos


Es buena costumbre examinar los conductos inguinales y crurales y los genitales masculinos externos antes de proceder al examen del abdomen.

El examen de los genitales externos masculinos se lleva a cabo al mismo tiempo que la región inguinal y crural. Hay que explorar al paciente con buena luz, y si es posible tanto de pie como acostado.

Inspección:

El examinador observara el desarrollo de los genitales, la distribución del pelo pubiano, y la presencia y forma de cualquier masa visible. En la piel se buscaran cicatrices, excoriaciones, infecciones micoticas y fistulas. Se indicara al paciente que exteriorice el glande y se examinaran este y el prepucio en busca de cicatrices, balanitis, chancros o erosión. Las malformaciones congénitas pueden descubrirse fácilmente. En el hipospadias, la abertura uretral se halla en la parte inferior del tallo peneano. En el epispadias se halla en el borde. La fimosis es la presencia de un prepucio largo con orificio estrecho que impide el desplazamiento normal del prepucio en ambos sentidos. La parafimosis se produce cuando un prepucio fimotico estrecho se retrae y no puede volver a su posición inicial. Rápidamente se produce intensa hinchazón del prepucio retraído.




Luego se indica al paciente que tosa mientras el examinador vigila la región del conducto crural, el anillo inguinal externo y el anillo inguinal interno en busca de la protrusión indicadora de una hernia. Tiene que observarse  cualquier cambio o volumen de una masa que allí exista. En ocasiones una hernia pequeña resulta más fácil de ver que de palpar.
       
Palpación del escroto y su contenido

El examinador debe palpar escroto y testículo, levantándolos con una mano mientras palpa con la otra. Se observa la presencia de ambos testículos, la forma característica del epidídimo y la consistencia del cordón espermático.                    


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